Aprendiendo a leer

Cuando tenía dos años empecé a ir a una guardería en mi pueblo. Entonces esta función la realizaban las monjas. Todos los niños teníamos un pizarrín, donde aprendíamos a formar las letras y los números. Recuerdo el patio de juegos donde había una fuente de agua donde podíamos beber. La fuente era una rana y el agua le salía como un chorro de la boca.
Más tarde nos trasladamos a vivir a Madrid y allí me matricularon en otro colegio de monjas, En los años 60 la educación casi siempre era impartida por curas o monjas. Los niños teníamos que ir uniformados y las aulas las presidía un retrato de Franco. Algunas canciones que nos enseñaban estaban relacionadas con el régimen político de la época, como "El Cara al Sol".
Para enseñarnos las letras tenían unas cartas, en una cara aparecía la letra y en la otra un dibujo que empezaba con esa letra. Era una forma divertida y fácil de aprender y es un método que aún hoy día se sigue utilizando.
Después de aprender las letras,aprendimos a unirlas para formar palabras, para eso utilizábamos las cartillas.
Saber leer y escribir te abre un mundo nuevo y es imprescindible para poder desarrollar todas las capacidades de la persona.
La educación es un derecho universal, pero todavía hoy quedan lugares donde se prohíbe la educación a las niñas y otros donde la falta de recursos la convierten en un lujo.
Yo tuve suerte de nacer en un  país donde la educación, con todos los inconvenientes que pueden surgir, estaba al alcance de la mayoría.