

Hasta ahora hemos podido comprobar que el vestuario de Tintín no es muy amplio, consiste en un traje de pantalón bombacho, con el que aparece en todos los cómics, que combina según las circunstancias, con una camisa blanca, una chaqueta o un jersey azul. Si hace frío lo complementa con una gabardina de color beig y una gorra visera. Siendo su peinado único, con el pelo corto y el flequillo hacia arriba.

Pero también hemos visto, que a veces, por necesidad o comodidad, se viste con los trajes típicos que la aventura requiere, como de vaquero cuando va a América, de safari en el Congo, con el salacot en el desierto y con el kilt en Escocia.

En algunos casos los trajes los utiliza para pasar inadvertido y tampoco le importa disfrazarse para poder huir de sus perseguidores, de soldado, trabajador chino, camarero de color en un barco, mendigo árabe y hasta de mujer.
En algunos casos se esconde dentro de un jarrón o una armadura para que no le encuentren.

A los detectives Hernández y Fernández también les gusta disfrazarse para mimetizarse, como ellos dicen, con el ambiente, pero mientras que Tintín consigue su propósito, ellos solo consiguen el efecto contrario, llamar más la atención y provocar la risa.
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