Probablemente, el país imaginario de Khemed, que Hergé recreó para "Tintín en el País del Oro Negro", fuera tomado como referencia de alguno de los países que componen la Península Arábiga.
Una de las mayores penínsulas del mundo, formada por los países de Yemen, Omán, Qatar, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Kuwait. Algunos geógrafos excluyen a Kuwait de la península y otros incluyen Jordania,parte de Irak y de Siria.
La forma de gobierno suele ser de monarquía absoluta en la mayoría de ellos, en forma de sultanatos y emiratos, aunque en algunos la monarquía es constitucional.
Tiene gran importancia estratégica al ser parte del cruce de tres continentes, Europa. África y Asia. Está rodeada por el Mar Rojo, el Mar Arábigo y el Golfo Pérsico.
País de nómadas, sobre todo beduinos, se cree que los primeros asentamientos se produjeron en Yemen.
Casi todo su territorio es desértico, con grandes temperaturas durante el día que bajan de forma brusca por la noche.
Su agricultura es muy pobre y su economía se basa en el petróleo, que se descubrió en 1938, un año antes que Hergé comenzara la aventura de la que hablamos.
La religión predominante es el Islam y sus dos ciudades sagradas, Medina y La Meca se encuentran en la península.
La Meca es la ciudad natal de Mahoma y todo buen musulmán debería peregrinar a ella, por lo menos una vez en su vida.
Su principal alimento es el cordero y la bebida más consumida el té. Las especias forman una parte importante de su gastronomía.
El país que ocupa la mayor parte del territorio de la península es Arabia Saudí, que en 1945 entró a formar parte de la ONU y también forma parte de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y del G-20.
El caballo árabe tiene una gran reputación mundial, debido a su fuerza, su rapidez y su inteligencia y hoy día se puede encontrar en todos los continentes.
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