BIENVENIDA

Hola, bienvenidos a este nuevo blog sobre Tintín, descubre cosas relacionadas con este joven reportero que nunca envejece, los viajes que realizó y el entorno social y político en los que transcurrieron sus aventuras. También podrás conocer a otros personajes de ficción relacionados con el cómic, la animación y el humor.

jueves, 19 de mayo de 2016

¿Sabías que....

el dibujo de Abdallah lo realizó Hergé basándose en un retrato de Faysal II cuando éste tenía 5 años de edad?
El rey Faysal II se convirtió en el último rey de Irak, titulo que obtuvo, a los 3 años, tras la muerte sospechosa de su padre. El país pasó por varias regencias hasta su mayoría de edad en 1953, cuando fue coronado y reinó hasta 1958, cuando tras su asesinato se proclamó la República.

Abdallah

Hijo del emir Mohammed Ben Kalish Ezab, del emirato de Khemed, aparece por primera vez en "Tintín en el Pais del Oro Negro", aunque volverá a salir en varios álbumes más de la colección. Caprichoso y mimado, se dedica a gastar todo tipo de bromas, que su padre consiente siempre que no le afecten a él.
El profesor Smith le secuestra para presionar a su padre, sufriendo sus travesuras y en otra de las aventuras en las que aparece, es enviado  a Moulinsart por su padre, para evitarle los conflictos políticos de su país, consiguiendo volver locos a todos los habitantes del castillo.

Mohammed Ben Kalish Ezab

Es el emir de Khemed, país imaginario creado por Hergé para el álbum "Tintín en el País del Oro Negro". Aunque de carácter afable puede pasar rápidamente  a la cólera.
Su enemigo es el jeque Bab el-Ehr que quiere arrebatarle el poder. Su hijo Abdallah es secuestrado por el profesor Smith, que en realidad es el Doctor Müller de "La Isla Negra", con la intención de hacer firmar a su padre un contrato ventajoso para él.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Tintín en el País del Oro Negro

Éste álbum hace el número 15 y  pasó por varias ediciones y varios cambios hasta la versión definitiva.
La primera edición empezó a publicarse de manera seriada, como ya era costumbre, en Le Petit Vingtième, después de la publicación de "El Cetro de Ottokar" en 1939, pero el inicio de la 2ª Guerra Mundial y el cierre del periódico paralizó su publicación. Más tardé se retomó para publicarlo después de "El Cangrejo de las Pinzas de Oro".
Pero no es hasta 1950 cuando se termina su publicación en la revista Tintín y esta vez después de la publicación de "El Templo del Sol".
También se realizan cambios en el guión, como el que hacía referencia a Palestina y el conflicto real entre árabes e israelíes, por otros de carácter ficticio.
Comienza con las extrañas explosiones de los vehículos después de repostar gasolina.
Para descubrir la causa, los detectives Hernández y Fernández se embarcan, disfrazados de marineros, hasta un puerto en el país de Khemed. País ficticio que podría estar situado en la Península Arábiga, junto a las costas del Mar Rojo, gobernado por el emir Mohammed Ben  Kalish Ezab y cuya economía se basa en el petróleo.
Tintín que ha seguido sus propias pistas también va en el mismo barco. Al llegar a puerto y debido a varias confusiones, Hernández y Fernández son acusados de contrabando de drogas y Tintín es acusado de espionaje y condenado a muerte.
Rescatado por el jeque Bab el-Ehr, que le cree de los suyos, es abandonado en  el desierto, donde descubre que detrás de todo está el Doctor Müller, aquí con el nombre del profesor Smith, villano que ya apareció en "La Isla Negra" y que por medio de sabotajes y del secuestro de Abdallah, hijo del emir, intenta que éste le firme un contrato petrolífero, con el que saldría beneficiado.
También aparece el Sr. Oliveira da Figueira, el vendedor portugués que apareció por primera vez en "Los Cigarros del Faraón" y que volverá a aparecer en otras aventuras de Tintín. En esta ocasión le ayuda acercarse al emir, para intentar descubrir el fondo de la trama.
Los puntos cómicos los interpretan Hernández y Fernández con sus disfraces, su ya conocida torpeza y los equívocos que sufren en el desierto buscando a Tintín, entre los espejismos y la realidad. También el hijo del emir, un consumado bromista, contribuye a éstas situaciones.
El capitán Haddock no tiene mucho protagonismo en esta aventura, ya que no habia aparecido todavía entre los personajes habituales de "Tintín" cuando se empezó a publicar éste cómic y para aprovechar las planchas, Hergé lo soluciona con la llamada a filas del capitán en una misión secreta, haciéndole aparecer sólo al principio y al final.
Se descubre la causa de las explosiones, unas pastillas que Hernández y Fernández se toman por error, con unas consecuencias muy curiosas, 
que podéis descubrir cuando leáis éste volúmen.




Utopía IV

Continúa....
Los siguientes días y debido a la urgencia de la situación, las comunicaciones con Reibur se multiplicaron.
La necesidad hacía que muchas de ellas se produjeran en nuestra viviburbuja y a veces, hasta que mi padre aparecía, yo me encargaba de entretenerle.
Al principio trataban de mantener la privacidad de las comunicaciones, pero con el paso de los días y debido a mi proximidad y los rumores que corrían por la nave, era bastante difícil conseguirlo.
Debido a mi próxima incorporación al siguiente nivel en mi formación y como práctica, pedí a mi padre poder participar en esta aventura, ya que rompía la rutina de mis días. Después de sopesarlo y gracias al apoyo de Reibur, al que yo había convencido de que me apoyara, me permitieron formar parte de ella, aunque solo fuera para servir de enlace en las comunicaciones.
De esta forma pude aprender cosas nuevas del universo que nos rodea y también todas las incógnitas y peligros que conllevaba la misión.
Las conversaciones que mantenía con Reibur pasaron poco a poco de ser sobre la misión a otras de carácter más personal.
Así acabamos conociéndonos mejor, como era nuestro día a día, nuestras aspiraciones dentro de las limitaciones de nuestro espacio y también cuáles eran nuestros deseos. Con el paso del tiempo se formó entre nosotros una conexión que acabó en una verdadera amistad y que hacía crecer en mi interior un sentimiento cálido cada vez que nos comunicábamos.
Era un sentimiento nuevo que no había sentido nunca por nada ni por nadie y al final tuve que reconocer que me estaba enamorando de él.
Desconocía cuáles eran sus sentimientos hacía mí, pero sabía que no le era indiferente del todo.
Llevábamos ya ocho meses casi ininterrumpidos inmersos en los preparativos de la localización exacta del agujero negro, los estudios de como abordar la entrada y los posibles problemas a resolver, cuando hace dos días ocurrió algo que me tiene con los nervios a flor de piel.
Reibur conectó como ya era una costumbre diaria y como mi implicación era ya importante, no me hicieron salir de la sala.
Reibur informó a mi padre que debido a la inminencia del inicio de la misión y como tripulante seleccionado, tenía pensado viajar a la IREX, para agilizar la terminación de la nave de exploración que se estaba construyendo aquí.
Desde que lo oí no puedo dejar de pensar en como será tenerle cerca y poder hablar con él cara a cara.
La distancia entre las naves nodrizas hace que todavía falten diez días para que aterrice en la nuestra y según se acerca el día me voy poniendo más nerviosa.
Sin embargo, la alegría de tenerle en nuestra nave  por un tiempo se ve empañada por la inminencia de la misión y su ausencia de nuevo por un espacio de tiempo desconocido.
Aún así procuro ser positiva y dejar que las cosas sigan su curso natural, después ya se verá.
Desde mi habitación en la viviburbuja contemplo la oscuridad del espacio exterior que nos rodea, salpicada aquí y allá por puntos luminosos, algunos inquietantes y otros de profunda belleza, que me llevan a soñar con su llegada.
Ven pronto Reibur.
Fin.

Nota: El relato se ha adaptado a este tiempo y para su publicación en el blog.